De 80€ a 2.250€ de precio de salida, el 20 de abril destacó por una subasta temática de dibujos de artistas como Joan Ponç i Bonet, Lola Anglada o Emili Grau Sala. Varios dibujos fueron vendidos al estado. ¿Queréis descubrir cuáles?
Habitualmente en una subasta de Barcelona o del resto de España encontramos una gran variedad de piezas mezcladas, que pueden ser desde joyas a pintura. Lo genuino y raro, es encontrar ventas de tipo monográfico, y que superen el medio centenar de lotes. En ese aspecto la casa de subastas barcelonesa Subarna ofreció una oportunidad única para los amantes del papel y sobre todo, de la obra original en este formato. Algo especial de este gran conjunto es sobre todo la visión histórica que podemos conocer a través de sus obras. Del costumbrismo al historicismo, o de la publicidad política a la crítica social, podemos hacernos una idea de lo que significó el turbulento siglo XX en cuanto a cambios de todo tipo.
Un ejemplo de esta metáfora social y cultural la encontramos en los dibujos, por ejemplo, ejecutados para el “Hot Club” de Barcelona. Dicho local, reunió desde el comienzo de la Guerra Civil Española hasta 1980, a la élite intelectual tanto local como nacional. Como vemos en sus programas de mano, la vocación fue más allá de lo musical, ya que incluían obras litográficas basadas en dibujos. Subarna pone a la venta cuatro originales, incluyendo dos muy curiosos de Joan Ponç en tinta sobre papel, uno que oscila entre el expresionismo y el cubismo de Salvador Aulestia y otro de Salvador Rogent firmado y fechado en 1942.
De Helios Gómez encontramos tres importantes dibujos a rotulador sobre cartulina. Dos de ellos nos introducen indudablemente al paisaje social de los bajos fondos de cualquier ciudad comprendida entre los años 30 y 40. Con la fuerza y carácter típicos de su obra, nos enfrentamos a composiciones marcadamente expresionistas y de retórica cubista. Sus personajes se encuentran en situaciones que invitan a la imaginación por parte del espectador; uno de los dibujos destaca por una escena posterior a lo que parece un apuñalamiento, y la otra parece ser el momento previo, con el atacante escondido. Por otro lado, el tercer original de Gómez nos muestra su vertiente más política, con un “abanderado” comunista, ideales por los cuales se sintió siempre ligado y por los que estuvo en campos de concentración. Dichos tres lotes fueron adquiridos por el Gobierno de España, muy probablemente por el ministerio de cultura. Su paradero final se va a conocer en los próximos meses.
En otros formatos de papel, tienen un carácter único tres dibujos de tres artistas realizados en varios abanicos. Dos fueron realizados por Emili Grau Sala: el más interesante es una escena naïf, muy propia del barcelonés, con dos jóvenes con instrumentos y un joven con ramo de flores. El otro, una tauromaquia llena de color, muy coherente para un este formato. La obra restante realizada en este soporte fue realizada por Joan Vila D’Ivori, reputado ilustrador de la revista “D’ací i d’allà”, representando una marina.
Del resto de la colección destacan nombres y apellidos como Alfred Opisso y un interesante retrato de inspiración noucentista; Mathias Goeritz y un guasch dedicado a Modest Cuixart y Angel Ferrant, firmado y fechado en 1948; d’Alfred Pascual hay una divertida ilustración en rotulador con una escena orientalista, muy en la línea del caricaturismo que le hizo famoso en su carrera; en el plano historicista, sobresalen diferentes dibujos de Lluís Labarta i Grañé, llenos de detalles y cromatismo. Con Josep Serra Porson y una pareja de ilustraciones, nos trasladamos a la fantasía mitológica propia de la segunda mitad del siglo XIX donde romanticismo, dioses y mundos paralelos se entremezclan.
Esta subasta nos demuestra una vez más que la técnica del dibujo ha sido durante siglos, una disciplina equivocadamente menospreciada por parte del mercado y expertos, ya que hay obras de esta subasta que están al mismo nivel retórico como técnico que óleos de mayor formato. De los 101 lotes que Subarna ofreció, más de un 50% fueron licitados y la gran mayoría tuvieron una media de entre 5 y 15 pujas.